
Una de las cosas que más pereza da en este proceso burocrático es tener que acudir a un estudio fotográfico o fotomatón para hacerse las rigurosas fotos de carné. Ya sabéis que en casi todos los documentos oficiales se exige que dicha foto cuente con seis meses o menos de antigüedad así que, a no ser que tengáis montones de carnés por actualizar en poco tiempo, suele ser un desembolso inútil.
Ahora es cuando te preguntarás: “¿Acaso mi ordenador también puede ayudarme a hacerme estas fotos por menos dinero?” Y la respuesta, si no es lo bastante obvia, viene a continuación:
Efectivamente, con algo de ingenio tendrás también tu fotomatón en casa. Tres son los aspectos en los que deberás fijarte para ello: la cámara, el software y la impresora que utilices.
La cámara

Las condiciones de la foto deben, eso sí, ser adecuadas a lo que se requiere en estas imágenes: colócate a cierta distancia de una pared blanca o, en su defecto, de una sábana del mismo color extendida o una superficie de papel. Cuanto más lejos estés de la pared, menos dura será tu sombra proyectada en ella y mejor quedará la foto.
El software
Una vez tomada la foto, el software te ayudará a ajustar el tamaño de la foto y generar las plantillas para imprimirlas. He aquí un par de programas que pueden serte de utilidad para esta labor:
El programa cuenta con pocos estándares y ninguno es español, pero se puede personalizar el tamaño exacto al que quieres imprimir las fotos de la plantilla. También puedes generar un documento que aproveche al máximo las dimensiones de la página en la que lo vas a imprimir.
DocPrint requiere aún menos configuración que el anterior, pero en su contra está el que antes debes recortar la imagen con algún otro programa. En definitiva, esta aplicación se ciñe a generar la plantilla de fotos listas para imprimir, pero en este caso sí cuenta con tamaños predefinidos para documentos oficiales españoles.

La impresión de fotografías
A la hora de llevar al papel fotográfico las fotos de carné, las tan comunes impresoras multifunción se quedan algo cortas. Es necesario acudir a soluciones más profesionales para obtener los mismos resultados que en estudio.
No obstante, para casos puntuales tampoco es la mejor opción imprimir desde casa. Las copisterías y centros de imagen a pie de calle trabajan con papel fotográfico de buena calidad y su precio es mucho más bajo que el de un estudio fotográfico. Además, si lo deseas, puedes encargar directamente la impresión de estas imágenes desde casa. Gracias a aplicaciones como Ikatz en Casa, el pedido de revelado se integra con tu álbum de imágenes y se convierte en un juego de niños.
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