9.6.10

DE AUSENCIAS Y VUELTAS

La vida es algo curioso... puede darte las mayores alegrías y las mayores tristezas, te lleva en su barco a la deriva o en rumbo correcto con el mismo capricho que una señora millonaria cambia de zapatos.

Hechos acaecidos recientemente en el seno de mi familia me han tenido apartado de toda actividad en internet, más que nada por desgana, por falta de motivación, y por tener la mente ocupada en esos menesteres, que realmente necesitaban que ésta la mantuviera fría. Éste período de reflexión, amargo período, incluso me atrevo a deciros que el más amargo que he pasado, (y que aún no estoy recuperado al cien por cien), me ha reportado muchas cosas negativas y también positivas... ahora estoy en ese momento en el que la balanza, quizá tiende a ir consolidándose hacia el equilibrio entre ambas posturas... aún falta un poquito para esa igualdad, pero en los tres últimos días ha avanzado hacia la positiva con más fuerza.

Hecho en falta la escala de valores morales tradicionales tales como el respeto a los demás (sobre todo si se trata de personas mayores), aborrezco más que nunca ésta sociedad donde el egoísmo, orgullo y mala baba impera en cada uno de los días que amanece, y la impersonalidad con la que las personas nos tratamos (¡menuda paradoja!). Del mismo modo, es del todo un desacierto aceptado la despreocupación con la que vivimos, donde todo nos lo trae al pairo mientras no nos veamos contra la espada y la pared. El hablar o razonar han pasado a ser acciones propias de reducidos círculos donde aún se valora la psique humana, y donde la empatía hacia los semejantes se hace patente... fuera de éstos reducidos grupos, sólo existe la mentira y el español dicho "que le den"; no hay más. Cuando uno recibe éste trato contínuamente, acaba por caer en la trampa y llegar a pensar igual sólo para aquél que, a conciencia, te daña y no le importa; puedes intentar ponerle de manifiesto una situación, y recibes unas bonitas palabras para darle gusto a tu oído, pero al darte la vuelta, son capaces de, sin que tú les escuches, concluír con un "QUE SE JODA".

En un curso sobre psicología delicuencial, que recibí hace unos años, se ponía de manifiesto que el psicópata se caracterizaba por la total falta de empatía hacia su víctima... ¿nos estamos volviendo todos psicópatas?. Os dejo la pregunta, por si alguno la quiere contestar. Esa reflexión que me hago no es hacia fuera, sino para el interior también, donde por primera vez en mi vida, me he notado falta total de empatía hacia alguien... "se lo merece" (me auto digo para convencerme a mí mismo), "ya lo sabía y no puso medios" (¿eso es para quedarme tranquilo?)... ésto me ha llevado a pensar que, precisamente, de lo que me quejo es lo que he llegado a pensar durante unos días... no es mi forma de actuar, y quiénes me conocéis sabéis que soy persona dialogante y razonable, que me gusta aclarar las cosas y no dejar cabos sueltos, sabéis que si es necesario haceros daño dándoos a conocer la realidad, os la he mostrado e intentado luego poner remedio al caso.

Una persona cuerda puede llegar a pensar en realizar actos fuera de toda lógica en según qué momentos y según qué presión esté recibiendo... no digo que tenga el valor a hacerlos si los llega a razonar, pero sí que se le ocurren aquellas que jamás estuvieron en su mente... y el peligro de tener éstos pensamientos es que los hagas tuyos, o que los llegues a considerar comunes y en ti, o lo que es peor, que incluso inventes excusas para tranquilizar tu conciencia... ese momento sería peligroso... yo casi he llegado a éste último paso... estoy volviendo al redil según pasan los días, y mi mente vuelve a estar preclara para los análisis diarios de las situaciones que se me presentan, pero es cierto, que algunas veces, el pensamiento razonado pasa a un segundo plano. Afortunadamente a mi no me ha pasado.

Ya sé que no entendéis nada, pero sirvan éstas líneas a modo de intentar daros una excusa expliCatoria de mis ausencias durante más de una semana. Según estás leyendo ésto, voy a intentar retomar mi actividad en internet, poco a poco. Posiblemente comiences a volver a recibir correos míos, verás nuevos artículos en mis blogs... etc...

He hablado de aspectos negativos, pero ya señalé que también los hubieron positivos... principalmente, mi esposa, la cuál, también lo ha pasado mal... estando los dos pilares de nuestra familia tocados, nuestra principal misión éstos días ha sido parecer fuertes ante los ojos de nuestros hijos, que afortunadamente, así nos han seguido viendo... también en el entorno afectivo, nos hemos visto arropado por amigos y compañeros de trabajo, así como personas relacionadas de una manera u otra con nosotros o nuestros hijos. Es destacable el apoyo moral de algunos amigos en la cercanía y la distancia, los cuáles (les pido perdón), han gastado teléfono éstos días preocupándose de nosotros. También destacable el cariño y la preocupación que mis compañeros de trabajo me han mostrado, y los ánimos que nos han dado. La actuación de éstas personas nos han devuelto la fe en el ser humano, y la ilusión de que aún quedan personas responsables, capaces de ayudar PORQUE SÍ, y con un nivel de humanidad fuera de toda duda.

A todos vosotros... GRACIAS; que sepáis que, de una manera u otra, habéis traído a mi casa tranquilidad y paz en el momento JUSTO que se necesitaban.

Finalmente, deciros que en mi casa se vuelve a dormir la noche de un tirón, mi esposa y yo volvemos a comer con normalidad, y ya disfrutamos de risas en familia... a todos vosotros que lo habéis hecho posible, y habéis colaborado desinteresadamente, recibid un FUERTE ABRAZO de nosotros cuatro, sobre todo de mi esposa y mío.

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