10.6.10

RECORTAR LOS GASTOS DEL ESTADO

Sin ayudas a políticos, sindicatos y sectores,

 se ahorrarían 20.400 millones

El debate está servido. ¿Dónde meter la tijera? Zapatero anunció un recorte público de 15.000 millones hasta 2011. Sin embargo, la eliminación de Ministerios superfluos, ayudas sectoriales y subvenciones a partidos, sindicatos y dictadores supondría un ahorro superior a los 20.300 millones de euros en un solo año.


Libertad Digital            M. Llamas       13-mayo-2010
Una vez anunciado el necesario recorte de gasto público, el debate está servido. ¿Por dónde debería el Gobierno meter primero el imprescindible tijeretazo presupuestario? Los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2010 contienen un sinfín de partidas superfluas, cuya completa eliminación en ningún caso afectaría a las prestaciones públicas básicas ni a las inversiones productivas como, por ejemplo, las infraestructuras.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, obligado por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI), ha sido aplastado finalmente por la realidad del desajuste fiscal que sufren las cuentas públicas españolas, hasta el punto de que el miércoles anunció en el Congreso un recorte presupuestario extra de 15.000 millones de euros entre 2010 y 2011. Este plan tiene por objetivo reducir el déficit público del 11,2% del PIB en 2009 al 6,5% en 2011.

Para ello, Zapatero ha anunciado, por primera vez en la historia de la democracia, que recorta un 5% el sueldo a los funcionarios en 2010 (bajando un 15% a los altos cargos) y los congela para 2011, tal y como avanzó Libertad Digital. Además, elimina el "cheque bebé", congela las pensiones y reduce las ayudas a las personas dependientes, elimina 1.200 millones de euros en transferencias a comunidades autónomas y ayuntamientos, baja la inversión estatal en 6.045 millones y reduce las ayudas al desarrollo en 600 millones de euros (sólo en 20% del total).

Según las estimaciones iniciales, el ahorro cuantificado se distribuiría de la siguiente forma:
1. Recorte del sueldo a los funcionarios: reduce la retribución del personal del sector público de media un 5% a partir de junio de 2010 y se congela para 2011; el Gobierno, por su parte, recorta los suyos en un 15%. El Ejecutivo estima un ahorro inicial de 2.400 millones de euros en 2010 que, sumado a la congelación de 2011 -cuyo recorte aún no ha cuantificado-, daría como resultado un total de hasta 7.200 millones en dos años.

2. Congelación de pensiones (1.500 millones): el Gobierno suspende para 2011 la revalorización de pensiones -en función del aumento de la inflación-, excluyendo las no contributivas y las mínimas.

3. Cheque-bebé (1.500 millones): se elimina la prestación de 2.500 euros por nacimiento desde 1 enero 2011.

4. Ayuda oficial al desarrollo (600 millones): el recorte se aplicará entre 2010 y 2011.

5. Inversión pública: reducción de 6.045 millones en inversión pública estatal durante los dos próximos años. Según el ministro de Fomento, José Blanco, esta decisión supondrá un retraso en las obras acordadas de un máximo de un año y una media de seis meses.

6. Transferencias a CCAA y ayuntamientos: ahorro adicional de 1.200 millones de euros por parte de las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales.

7. Si ello se suma el coste, aún no cuantificado del resto de medidas (eliminación del régimen transitorio para la jubilación parcial previsto en la ley 40/2007; adecuación del número de unidades de los envases de medicamentos para ajustarlo a la duración estandarizada de los tratamientos; reducción del precio de aquellos medicamentos no genéricos excluidos del sistema de precios de referencia; y la eliminación de la retroactividad de las ayudas a la dependencia desde el momento de la solicitud), el ahorro total anunciado por Zapatero podría oscilar entre los 15.000 y los 20.000 millones de euros.

¿Hay alternativa?


Dicha cantidad podría ser recortada en tan sólo un ejercicio -en lugar de dos- mediante la supresión de subvenciones improductivas, cursillos para parados que no logran recolocar trabajadores, ayudas a dictadores del Tercer Mundo y subvenciones a partidos políticos y sindicatos.

Ninguno de estos recortes afectaría a partidas consideradas normalmente como fundamentales para el mantenimiento del Estado de Bienestar (Educación, Sanidad, paro o pensiones), ni a las funciones básicas del Estado (Defensa, Seguridad interior y Justicia, entre otras funciones).

Con los siguientes recortes en los PGE de 2010, adelantados por Libertad Digital el pasado septiembre, y a los que ahora se sumaría la eliminación de subvenciones políticas y sindicales, el Estado se ahorraría un total de 20.374 millones de euros tan sólo en 2010:

1. Partidos políticos: las formaciones con representación en las Cortes Generales se repartieron en 2010 un total de 85,41 millones de euros en concepto de subvenciones del Estado para su financiación ordinaria y para gastos de seguridad. Los dos partidos mayoritarios copan estas ayudas públicas, con 35,84 millones para el PP y 33,89 millones para el PSOE (no incluye al PSC, Partido Socialista de Cataluña, con otros 5,94 millones).
2. Sindicatos: sólo en 2009, el Gobierno ha dado a UGT y CCOO 193 millones de euros, repartidos por igual a ambas organizaciones.

3. Ministerio de Cultura: 414 millones de euros
Cooperación, promoción y difusión cultural en el exterior (18,7 millones); Promoción y cooperación cultural (48,1); Promoción del libro y publicaciones culturales (16,01); Fomento de las industrias culturales (27,08); Música y danza (125,64); Teatro (54,9); Cinematografía (124,22 millones).

4. Ministerio de Exteriores: 2.919 millones de euros
Cooperación para el desarrollo (2.808 millones de euros), que consiste en la concesión de millonarias ayudas públicas a países subdesarrollados o en vías de desarrollo que, en la mayoría de los casos, carecen de sistemas democráticos consolidados; Cooperación, promoción y difusión cultural en el exterior (111,9).

5. Ministerio de Vivienda: 1.617 millones  (las competencias en Vivienda están transferidas a las CC.AA.)

6. Ministerio de Igualdad: 140,9 millones (sin comentarios)

7. Imprevistos y funciones no clasificadas: 2.094 millones. Es una partida que sirve como cajón de sastre, ya que el Gobierno emplea estos fondos de modo arbitrario.

8. Ministerio de Industria: 4.425 millones
Desarrollo industrial (517,3 millones); Reconversión y reindustrialización (754,2); Desarrollo alternativo de las comarcas mineras del carbón (280,3); Explotación minera (749,5); Normativa y desarrollo energético (80,4); Promoción comercial e internacionalización de la empresa (651,3); Ordenación y modernización de las estructuras comerciales (28,9); Coordinación y promoción del turismo (769,5); Apoyo a la pequeña y mediana empresa (134,5); Infraestructuras en comarcas mineras del carbón (460 millones).
9. Ministerio de Fomento: 908, 7 millones

Subvenciones y apoyo al transporte terrestre (737,7); Subvenciones y apoyo al transporte marítimo (114,049); Subvenciones al transporte extrapeninsular de Mercancías (57 millones).

10. Ministerio de Trabajo: 7.577 millones

Cooperación para el desarrollo (3,7 millones); Fomento de la inserción y estabilidad laboral (7.574 millones de euros), que consiste en la celebración de cursos para parados, normalmente gestionados por los sindicatos, y cuya eficacia para recolocar parados es casi nula, y en todo caso, muy inferior a la de las empresas de trabajo temporal (ETTs), según los expertos.

TOTAL: 20.374 millones de euros sólo en 2010. Cifra superior o, como mínimo, próxima, al recorte anunciado por Zapatero, que afectará a funcionarios, pensionistas y dependientes.


Y POR SI FUERA, POCO:
Los Sindicatos y la Patronal recibieron otros 500 millones en concepto de “formación”.
El número aproximado (ningún organismo es capaz de dar la cifra exacta) de coches oficiales que circular por España es de 30.000, que dan servicio, entre otros, a unos 1.200 cargos estatales y otros tantos autonómicos (¿se acordarán de que existen los transportes públicos, esos que solo visitan cuando hacen la foto de inauguración?).
Sus señorías dispondrán en el Senado de traducción simultánea a varias lenguas cooficiales (y no se les cae la cara de vergüenza) por el módico precio de 1 millón de euros.
Se han dispuesto más de 5,5 millones de euros para el capítulo de la “Memoria Histórica” (sin comentarios).
Otros 5.000 millones de euros para otro Plan E (será por el exitazo en creación de empleo del anterior).
Los gastos derivados de las “embajadas fantasma” creadas por varias Comunidades Autónomas  y a las que destinan unos 45 millones de euros.
La nada despreciable asignación de más de 120 millones al Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales.
Los más de 15 millones repartidos, entre otros, para la cúpula de las Naciones Unidas, para la enseñanza para tocar la marimba en Ecuador (no es coña), para ayuda a federaciones de gays y lesbianas de Zimbabwe, para “gestión comunitaria del bosque del pistacho y rehabilitación de pastizales” , etc.
O los casi 14 millones de ayuda a los “compadres cubanos”.
Y tantas y tantas otras partidas de gasto que los curritos vulgares no llegamos ni a imaginar y a los que nuestros  Gobernantes no están dispuestos a renunciar.

¿Todavía creen que congelar las pensiones y recortar el sueldo de los funcionarios (que al parecer son los culpables del despilfarro y de la grave crisis) era la primera medida que debía tomar el Gobierno?
Pues en mi humilde opinión NO.
En mi casa, cuando no hay pelas, dejo de ir al cine (para el teatro ya no me llegaba antes), dejo de cenar fuera, reduzco las cañas, las vacaciones, las suscripciones varias, etc, etc.  En pocas palabras, elimino lo prescindible. Y MUY IMPORTANTE, si estos problemas domésticos provienen de “mi mala gestión económica”, no se me ocurriría, como primera medida, bajarles la paga a mis hijos, que hace tiempo me venían avisando de mi mala cabeza.
Pero claro, dirán que no entiendo de macroeconomía, fiscalidad, sostenibilidad y de no se cuantas imbecilidades más. Mis razonamientos los tacharán de simplistas, primarios, puede que hasta de rústicos. ¿Y Qué?  ¿Acaso a un funcionario se le puede pedir más?. Porque claro, soy FUNCIONARIO, y aunque lleve más de treinta años ejerciendo, tras una oposición y tres años de preparación, mis conocimientos en cualquier materia de la Administración del Estado nunca alcanzarán a la superior sabiduría, casi ciencia infusa, de los cientos, ¿o eran miles?, de asesores de nuestros dirigentes políticos, por supuesto elegidos a dedo y con sueldos inconfesables, y de los que me atrevo a asegurar que la mayoría jamás aprobaría una vulgar oposición a FUNCIONARIO.
Pero no toda la culpa es de ellos, no. Ya se han encargado los medios de comunicación de preparar el camino, con sutiles o palmarios consejos orientados hacia la culpabilidad del funcionariado. Periodistas, o simples contertulios, que medran en los platós de tv., de radios y periódicos, unos al servicio de sus jefes y otros que van de independientes, pero “a tanto por programa”. Y claro, les veo de canal en canal, de tertulia en tertulia, mientras se me revuelve el estómago y me remuerde la conciencia porque soy culpable, entre otras muchas cosas, de los casi 5 millones de parados, del déficit público, de la enorme deuda que nos atenaza y casi de ser español.
Si no fuera porque a Garzón parece que le ha llegado “su San Martín”, casi me dan ganas de presentarme ante él y entregarme reo y confeso.
SI SEÑOR JUEZ, SOY CULPABLE, SOY FUNCIONARIO.

En fin, tenía que decirlo o reventar, y como no quiero darles ese gusto a esa manada de inútiles (por no pensar algo peor) que nos gobierna, perdón quise decir desgobierna, pues eso…

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