13.6.10

zp ALÍ BABÁ Y LOS 40.000 LADRONES (capítulo 1)

Erase un país rico que vivía feliz. Sus ciudadanos, comían todos los días y disfrutaban de la vida, hasta que inesperadamente. unos trenes explotaron y apareció en escena ZPalí Babá y su Alianza de ZiviliZaciones.

ZPalí era un personaje desconocido, que había vivido hasta entonces, escondido en el congreso, sin que ni siquiera sus paisanos supieran nada de él. ZPalí no había hecho nada destacable, sólo a base de fortuna y codaZos había llegado hasta la cúspide de un partido, caracterizado por la mediocridad de sus miembros y miembras.

Gracias a unas bombas, de origen hasta hoy desconocido, ZPalí se aupó al poder y empezó a pergeñar una banda de al menos, 40.000 ladrones.

ZPalí durante su infancia, había escuchado muchas batallitas sobre su abuelo y le habían formado su conciencia con un odio visceral hacia los enemigos del abuelito, aunque nunca ha sabido nadie con certeza en qué bando militó, ni cuales eran sus enemigos.

ZPalí al llegar al poder tan inesperadamente, se rodeó de una plana mayor formada por elementos y elementas, poco preparados y muy sectarios. ZPalí no quería a nadie que le pudiera hacer sombra, ni en conocimientos, ni en experiencia. Fué difícil encontrar un equipo con esas limitaciones, pero lo consiguió, metiendo a mitad de miembras sin oficio, ni beneficio y a mitad miembros de la misma catadura.

Para apoyar su imagen creó de la nada, con el dinero que el pueblo guardaba, un grupo mediático a su medida, es decir formado por periodiZtas mediocres, pero muy seZtarios también. Para disimular la salida de dinero de las arcas del pueblo, el grupo se creó en Flandes y decidieron alimentaro del dinerito que no tenía la televisión del pueblo, produciendo todo tipo de programas y cobrándolos a precio de oro.

Inmediatamente, para demostrar al pueblo su hombría, rompió todo tipo de acuerdos con los otros partidos sobre terrorismo, sobre el riego de las huertas de las tierras secas y trajo de los países conflictivos a sus tropas, quedando mal con los aliados, pero muy bien con su seZta.

ZPalí vivió en su Palacio unos años de prosperidad, en el que los ciudadanos seguían comiendo gracias a lo que sus antecesores habían dejado en los graneros. Durante esos años dilapidó la fortuna del pueblo, con regalos inmensos a su seZta de titiriteros, periodiZtas, ONGs afines y haciendo de oro a mucha gente de su entorno. Para proclamar sus leyes, compraba sin pudor a los partidos pequeños, con el dinero del pueblo claro.

Próximamente continuará ésta historia, éste cuento de terror, todavía sin final de ZPalí. Esperemos que el final llegue pronto.
Publicado por Jesu

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario, seguro que todos aprendemos algo de ti.