3.5.10

EL RABINO

Mientras los iba comprobando, se giró hacia el rabino y le dijo:
-Observo que compraron un montón de cirios. ¿Qué es lo que hacen con los restos de cera que gotean?- Buena pregunta- dijo el rabino. Las vamos guardando y las devolvemos al fabricante, y de vez en cuando ellos nos envían gratis una caja de cirios-.
¡Oh! -respondió el inspector, algo decepcionado con que su insólita pregunta hubiese tenido una respuesta tan buena, pero continuó con sus odiosas maneras. -¿Qué me puede decir sobre sus compras de galletas? ¿Qué hacen con las migajas?- Ah, sí- respondió el rabino, dándose cuenta de que el inspector estaba intentando ponerle en un aprieto con su absurda pregunta, -las recogemos y las devolvemos a los fabricantes, y de vez en cuando nos envían gratis una caja de benditas galletas-.
Ya veo- respondió el inspector, estrujándose el coco para ver como podía sacar de quicio al sabelotodo del rabino. Bien, rabino, y entonces ¿qué es lo que hacen con los prepucios que van quedando de las circuncisiones que llevan a cabo?- Pues aquí tampoco desperdiciamos nada- respondió el rabino. Lo que hacemos es irlos guardando y enviarlos a la Agencia Tributaria , y de vez en cuando, una vez al año más o menos, ellos nos envían un capullo completo.


 El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota delante de un idiota que aparenta ser inteligente.

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