CASO 1: Sobre la importancia de compartir información con las personas de confianza
Un hombre se va a dar una ducha en el momento que su esposa ha terminado de hacerlo. En ese preciso instante, suena el timbre de la puerta.
La esposa, entonces, se envuelve en una toalla y va a abrir. Asomada por la puerta, ve al vecino. Antes de que ella pronuncie una palabra, él le dice:
-Le doy 1000 dólares si deja caer la toalla en el suelo.
Ella piensa unos segundos y deja caer la toalla por completo. El vecino, entonces, mete la mano en el bolsillo, saca 10 billetes de 100 dólares, se los entrega, se da media vuelta y se va.
Aún perpleja y desconcertada, cierra la puerta rápidamente, se envuelve otra vez en la toalla y vuelve al baño a secarse el pelo.
Cuando llega, su marido le pregunta quién era.
-El vecino de al lado.
-Ah. ¿Te devolvió los 1000 dólares que me debía?
PRIMERA LECCIÓN: Dicen que del ridículo no se vuelve y que de la sobre-exposición o el error, tampoco. No compartir información relevante con asociados y compañeros de trabajo puede provocar situaciones desagradables e irreversibles.
CASO 2: Sobre la importancia de saber todo lo que se espera según nuestra posición y responsabilidad
Un cura va conduciendo su auto. Ve una monja parada a un lado de la carretera esperando el autobús. Se detiene y le ofrece llevarla hasta el pueblo más próximo. La monja acepta. Al sentarse en el asiento del acompañante, el hábito se abre un poco y deja ver una hermosa pierna. Cuando el cura lo advierte, no resiste la tentación y pone su mano allí. La monja mira al cura y le dice:
-Padre, recuerde el Salmo 129.
El cura retira rápidamente su mano y pide disculpas, pero sus ojos se resisten a dejar de mirar la pierna, por lo que, poco después, su mano salta de la palanca de cambio esta vez a la rodilla de la monja:
-Padre, recuerde el Salmo 129 -reitera la monja.
El cura, contrariado, retira la mano y trata de disculparse:
-La carne es débil, hermana...
Llegan a su destino y ella mira al cura significativamente y le agradece el favor de haberla acercado a su destino. El cura prosigue su viaje.
Cuando llega a su destino, entre avergonzado y curioso, corre a ver lo que dice el Salmo 129. Lee: "Sigue adelante e inténtalo. Alcanzarás la gloria".
SEGUNDA LECCIÓN: Estar informado a fondo sobre los temas relacionados con nuestro trabajo es clave para no perder jugosas oportunidades.
CASO 3: Sobre el margen que dejan las situaciones desfavorables
Un joven de la ciudad se fue al campo y le compró un burro a un viejo campesino por 100 dólares. El anciano acordó entregarle el animal al día siguiente, pero cuando fue a retirarlo, el campesino le dijo:
-Lo siento, hijo, pero tengo malas noticias. El burro murió.
-Bueno, entonces, devuélvame mi dinero.
-No puedo, lo he gastado ya.
-Bien, da igual, entrégueme el burro.
-Y ¿para qué? ¿qué va a hacer con él?
-Lo voy a rifar.
-¡Estás loco! ¿Cómo vas a rifar un burro muerto?
-Es que no voy a decir a nadie que está muerto, por supuesto.
Un mes después de este suceso se volvieron a encontrar el viejo
vendedor y el joven comprador.
-¿Qué pasó con el burro?
-Lo rifé. Vendí 500 papeletas a 2 dólares y gané 998 dólares.
-¡¡¿Y nadie se quejó?!!
-Sólo el ganador, pero a él le devolví sus 2 dólares.
TERCERA LECCIÓN: Con ingenio y manteniendo el ánimo elevado, se puede transformar perjuicio en beneficio.
CASO 4: Sobre lo importante de manejar información correcta
Un reo, condenado a cadena perpetua por asesinato premeditado y alevoso, se escapa de la prisión después de pasar 22 años en la cárcel. Al huir, entra en una casa de una joven pareja. El reo ata al hombre en una silla y a la mujer en la cama. A continuación acerca su rostro al cuello de la mujer y sale de la habitación.
Arrastrando la silla, el hombre se acerca desesperadamente a su mujer y le dice:
-Mi amor, este hombre no ha visto una mujer en años. Lo vi besando tu cuello y, aprovechando que ha salido, quiero pedirte que cooperes con él y hagas todo lo que te pida. Si quiere tener sexo contigo no lo rechaces y finge que te gusta. No lo hagas enojar. ¡Nuestras vidas dependen de ello!! Sé fuerte, mi vida; yo te amo.
La joven esposa le dice al marido:
-Querido, estoy complacida de que pienses así. Efectivamente, ese hombre no ha visto en muchos años una mujer, pero no estaba besando mi cuello. Estaba diciéndome al oído que tú le gustas y quería saber si guardábamos la vaselina en el baño. ¡Sé fuerte, mi vida! ¡¡Yo también te amo!!
CUARTA LECCIÓN: No estar bien enterado de cómo se dieron los hechos puede acarrear serios inconvenientes. La información pronta, completa y exacta es fundamental para sortear con éxito el ataque de la competencia leal y así evitar ingratas sorpresas.
CASO 5: Sobre la necesidad de mantener los planes estratégicos en secreto
Un muchacho entra en una farmacia y dice al farmacéutico:
-Señor, deme un preservativo. Mi novia me ha invitado esta noche a cenar en su casa y está que se derrite por mí, así que esta noche pretendo calmarla.
El boticario le despacha el preservativo y cuando el joven va a salir, vuelve sobre sus pasos y dice:
-Será mejor que me dé usted otro preservativo porque la hermana de mi novia, que es un bombón, me hace unos cruces de piernas que le veo hasta las entrañas, y como voy a ir a cenar a su casa...
Toma el segundo preservativo, piensa un momento y...:
-Deme uno más porque la madre de mi chica, que es una señora infartante me hace unas insinuaciones cuando estamos solos que... y como voy a ir a cenar a su casa esta noche...
Llega la hora de la cena y el muchacho tiene a un lado a su novia, al otro a la hermana y enfrente la mamá de ambas. En ese instante llega el padre, que se sienta al frente de la mesa. El muchacho baja la cabeza y empieza a rezar:
-Señor, te damos gracias por los alimentos... bendícenos a todos... y perdónanos si en algo te hemos ofendido...
Pasa un minuto y el chico sigue rezando:
-¡¡¡¡¡¡Gracias, Señor!!!!!!!!
A los diez minutos de rezos y oraciones la novia le dice:
-No sabía que fueras tan religioso...
Angustiado, él responde:
-¡¡Ni yo, que tu padre era el farmacéutico!!
QUINTA LECCIÓN: Es mejor reservarnos -o al menos circunscribir al círculo íntimo- los planes estratégicos que prevemos desarrollar. Las indiscreciones y el exceso de exposición suelen traer inconvenientes.
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