LOS PREMIOS PIGASUS

Anunciados el 1 de abril de cada año -es el equivalente anglosajón al día de los Santos Inocentes- estos premios tienen como objetivo sacar a la luz los mayores engaños parapsicológicos del año anterior y se otorgan en cinco categorías, más o menos flexibles:

1. Al científico que haya hecho o dicho la cosa más tonta relacionada con la parapsicología en los doce meses precedentes.
2. A la organización que subvencione el estudio parapsicológico más inútil del año.
3. Al medio de comunicación que haya dado como cierta la afirmación parapsicológica más descabellada.
4. Al «mentalista» que haya conseguido engañar al mayor número de personas con el menor esfuerzo.
5. A la negativa más tozuda a enfrentarse a la realidad.

El premio es un cerdo con alas cuyo nombre viene de pig, cerdo en inglés, por aquello de la expresión de «cuando los cerdos vuelen», y de Pegaso, el mítico caballo volador.

Los agraciados en la ceremonia de este año han sido:

• El psiquiatra texano Colin Ross, que dice que puede lanzar rayos electromagnéticos por los ojos.
• Logan Craft, Walter Ruloff y John Sullivan, productores de Expelled: no intelligence alowed (Expulsado: inteligencia no admitida), un documental que presenta el diseño inteligente como una alternativa razonable a la teoría de la evolución y que considera discriminados en el sistema científico a los creacionistas.
• Los canales de televisión de pago que dan en su publicidad de madrugada admiten cosas como las líneas telefónicas de videntes y productos milagro como el alargador de pene Enzyte.
• Jenny McCarthy, modelo de Playboy y «actriz», por animar a la gente a que no ponga la vacuna triple vírica a sus hijos, ya que según ella hacerlo puede provocar que padezcan autismo, discapacidad que dice que padeció su hijo tras la vacunación y de la cual sostiene que se ha recuperado.
• Kevin Trudeau, escritor promotor de productos y dietas milagro que, entre otras cosas, ha llegado a decir que comer calcio de coral cura el cáncer, y sigue vendiendo libros plagados de mentiras aún cuando ha sido condenado varias veces por fraude por la justicia ordinaria y multado por publicidad engañosa por la Comisión Federal de Comercio (FTC).

Como no podía ser de otra forma, los premios se anuncian telepáticamente, y los trofeos se envían telequinéticamente a los ganadores que, naturalmente habrán previsto que serán premiados. Si no los reciben será culpa de su falta de talentos paranormales.