Es un caso raro, pero... "haberlas ahylas", que dirían los gallegos...
Un caso entre dieciséis millones de trillizos es el que se ha producido en Málaga... ya es difícil tener un embarazo triple, más todavía sin ser asistido por medicación o sistemas de ayuda a embarazo, como es el caso, pero ¡¡¡ha ocurrido!!!.
El último caso conocido fue hace unos cuatro años en Barcelona, donde los padres confunden a sus hijos.
¡No es tan raro tener trillizos!, dirás leyendo hasta ahora, o que soy un exagerado con las cifras, pero la particularidad de éste parto de trillizos es que son EXACTAMENTE IGUALES, no sólo físicamente, sino genéticamente también, y ahí es donde radica la rareza del caso, en la genética genial que les une: comparten el mismo ADN, y por supuesto, las mismas huellas dactilares.
¿Ves como el hecho era raro?...
Ahora, que se preparen los padres, porque seguramente, durante el primer mes, las marcas de leche y pañales, de champús y geles, y de cremitas, les darán sus productos, pero luego pasarán al olvido, y tendrán que ser los padres los que hagan cábalas para poder comprar todas las necesidades de tres más en la familia, así, de sopetón.
Una duda que se me viene a la cabeza, es, por ejemplo, cuando éstos niños alcancen los catorce años, donde ya vienen obligados a tener su D.N.I. ¿qué pasará cuándo les tomen las huellas en las oficinas del D.N.I. del Cuerpo Nacional de Policía, y al ser analizadas y sacada sus fórmulas vean que son LA MISMA...?... ¿cómo van a existir tres personas con la misma huella...?...
El tema de las novias, ya ni lo hablamos, jajaja... seguramente existirán intercambios amorosos, y si no, al tiempo.
Actualmente, para diferenciarlos, les han colocado un lacito de distinto color... y los padres de Barcelona, los que os he dicho que los tienen hace cuatro años, les cambian los zapatos para saber quién es cada uno. Comenta la madre, que ella misma suministró el mismo antibiótico por dos veces a uno de sus retoños, creyendo que lo estaba haciendo a dos distintos...
O sea, queeeeeeeeeeeeeeeeeeee... ¡paciencia, padres, paciencia!...
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