EL COMPAÑERO PERDIDO

Sacado de EL FORO DE ACEHÚCHE, del siguiente enlace: http://elforodeacehuche.forogratis.es/viewtopic.php?t=1111

Querido amigo:

Te escribo desde casa, media hora después de haberte guardado a buen recaudo desde tu cama hasta el diminuto espacio donde pasarás el resto de la eternidad.

Me llamó tu hija, me lo dijo, ¡era imposible!, ¿por qué Dios se lleva a los hombres buenos?. Tú que estás hablando con él cara a cara, dile de mi parte que necesito una respuesta... la vida no llego a comprenderla... ¿por qué tuviste padecer tú y los tuyos?... ¿por qué éste desenlace tan rápido?.

Anoche hable con tu hija y tu yerno (que se podría decir que hijo también)... charlamos exclusivamente de ti... de tu recaída, de cómo ya ni andabas... que durante éstas vacaciones no te he podido ver, y que hoy iba a ir a tomar un café contigo, o un vaso de agua... pero quería verte... quería hablarte... me ha sido imposible... ME DEBES UNA, amigo, me debes una...

Salí corriendo... llegué a tu casa... nadie en la puerta... ningún revuelo... sólo lo sabíamos unos pocos, los más allegados... tu puerta estaba abierta de par en par... entré, y vi a dos o tres personas... y al fondo, tu hija y su marido, ese que se puede decir que tiene el corazón casi tan grande como el tuyo... me fundí en un apretado abrazo con ellos... temblé, no podía hablar... quería, pero algo en la garganta me impedía pronunciar sonido alguno... sólo podía dar besos y apretones... miradas, cabezas gachas... y sin darme cuenta que detrás de mi espalda yacías en una cama con la mortaja puesta... durante unos minutos te había estado dando la espalda sin saberlo... estabas ahí, tan cerca, a metro y medio, pero tan ausente... me quedé mirándote... y preguntándome el por qué de estarte mirando... no quería que eso fuera real... ¿recuerdas el último acuarius que nos tomamos juntos...?, tú te dormías mientras hablabas conmigo en el Parque de los Pinos... con el escándalo de chiquillos que había allí... la paz siempre te rodeaba... transmitías paz y serenidad... sapiencia... saber estar, inteligencia, amor cariño y comprensión... siempre haciendo el bien, siempre ayudando a los demás sin pedir ni esperar nada a cambio... ME HAS ENSEÑADO TANTOS VALORES, querido amigo, tantos, que no puedo enumerarlos... me has enseñado tantas cosas de la vida, de nuestro trabajo, me has enseñado a pensar...

¿Recuerdas cuando yo estaba mal...?... cuando casi le pego un tiro a un jefe nuestro... fue la primera y única vez que te enfadaste conmigo... tuviste la tranquilidad y la valentía de hacerme reflexionar... tuviste dos hombros para mi... hoy he tenido yo dos brazos para pasarte de la cama a la caja, y la caja al coche... discúlpame por haber sido tan osado.

Descansa en Paz, amigo, sigue vigilándome desde arriba, ponme la mano en el pecho otra vez cuando veas que lo necesito, y mirándome a los ojos de nuevo dime aquello de: "SOY TU AMIGO Y NO PIENSO DEJAR QUE TE ARRUINES LA VIDA".

He de confesarte una cosa... hace casi dos meses que yo sabía la gravedad en que te encontrabas y que a ti no te decían... hace dos meses que después de estar contigo, al volver a casa, no dejaba de recordarte... y preguntarme... a ver cómo pasa la noche... a ver cómo está mañana... perdóname, amigo, si no te lo dije antes, pero no era conveniente...

Dejas hija muy bien casada, con una nieta de meses que siempre nos hará recordarte cómo te reías con ella, cómo te gustaba verla chuperreteando un helado de crema o de chocolate... cómo nos enseñabas sus fotos en tu móvil...

Dejas viúda con una casa pagada... sin deudas... amante esposa hasta junto antes de que llegarra el coche a por ti... los besos que te dió antes de que yo te cogiera nos compungieron a todos...

Antes de que te cerraran, te di unos golpes en el pecho, y te dije... "compañero, ya no quieres verme más". Quería haberte dicho tantas cosas... y no pude.

Pregúntale a Dios lo que te digo al principio, sólo eso: ¿por qué tú?... ¿qué mal has hecho?... nada más... sólo eso, pero pregúntaselo...

Hasta siempre, JOSÉ...